“Hay 50.000 millones de dólares en proyectos nuevos. Hay que esperar al fin de la visita para ser más precisos y también en relación a cuáles serán los proyectos”, dijo a periodistas el subsecretario general de política, José Graça Lima, encargado de las relaciones con Asia y Oceanía.
El anuncio fue realizado antes de la llegada del primer ministro chino para una reunión con la presidenta Dilma Rousseff, el 19 de mayo, que dará puntapié inicial a una segunda generación de inversiones de Pekín en la potencia sudamericana, concentradas en industria pesada e infraestructura.
La lista incluye autopartes, equipos de transporte, energía, puertos, hidroeléctricas, ferrovías, entre otros. En carpeta estará también la ambiciosa construcción de una obra para formar un corredor “ferro-oceánico” que permita sacar exportaciones brasileñas a China por el Pacífico, un proyecto monumental que atravesará parte de la Amazonia y se extenderá hasta Perú.
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