Cuando la economía norteamericana se expande, también lo hacen sus importaciones, con lo que aumenta la demanda mundial de bienes y servicios, es decir, las exportaciones de los otros países. Si las exportaciones de los otros países del orbe aumentan, quiere decir que también lo hace la producción y con ello el empleo de la gente.
Ya desde mediados de 2007 se presentaron signos de que EEUU ingresaba en una crisis económica, un mal que sufre una economía de mercado de tiempo en tiempo. La tasa potencial de crecimiento de pleno empleo para EEUU se calcula que está en el orden del 3,1% anual, pero tuvo un crecimiento de sólo el 1,8 % en 2007 y negativo de casi el 3 % el año 2008, con lo cual confirmó que ese año EEUU vivió una recesión económica. Como consecuencia, ese año la economía mundial se estancó.
Mientras tanto, la tasa de inflación había subido los años 2007 y 2008 a un ritmo del 4% anual, cuando la de los últimos 10 años anteriores había estado en el orden del 2,5%.
La Reserva Federal (Banco Central) impidió exitosamente el resurgimiento inflacionario frenando la expansión de la demanda interna y por medio del aumento de su tasa de interés referencial hasta alcanzar el 5,25% durante el año 2006, luego de haber estado buen tiempo en el orden del 1% anual, precisamente con el propósito de impedir cualquier recesión económica.
Detectadas las señales de desaceleración económica durante el año 2007, la Reserva Federal decidió continuos y abruptos cortes en su tasa de interés hasta ubicarse en un 2,25% para principios del año 2008, sin lograr su cometido. Y luego con tasas de prácticamente cero, inundando el mundo de dólares. Recientemente las subió en un rango de 0,75 % y 1 %.
La historia enseña que las crisis económicas, por lo general, tienen su origen en crisis financieras. La crisis de 1997, cuyo epicentro fue Corea del Sur, pocos la correlacionan con la debacle un año después de Long- Term Capital Management, un gran fondo financiero norteamericano, especializado en hedge funds, lo que se conoce también como "titularización”.
La titularización es un mecanismo de mayor endeudamiento que se deriva de los créditos hipotecarios. Una entidad financiera que otorga créditos para la construcción o para compra de viviendas pone en venta títulos valores con la garantía de dichos inmuebles, con lo que la entidad financiera recupera inmediatamente los recursos prestados para los susodichos propósitos.
The Economist, en un artículo de 2008 titulado "The financial system. What went wrong” plantea que la crisis económica de ese año habría sido generada por la radical liberalización del sistema financiero de EEUU ocurrida a partir de los años 80, que a su vez provocó que se magnifique un conocido defecto del mercado denominado "información asimétrica” particularmente presente en el mundo financiero.
Lo que pasa es que en una operación cualquiera de crédito, el que otorga no sabe la verdadera situación del prestatario, lo que conduce a un riesgo moral y a una selección adversa. Se produce un riesgo moral porque el prestamista asume riesgos que luego los puede traspasar a otros y se produce selección adversa porque se otorgan créditos a quienes son más riesgosos.
Este riesgo se habría acrecentado desde la llegada de la desregulación financiera de los años 80, que provocó un desmesurado crecimiento de los servicios financieros en general, lo que a su vez generó una imagen de que el mundo financiero promete milagros, siendo uno de ellos el rápido enriquecimiento.
El mundo financiero en EEUU surgido como consecuencia de la desregulación es algo muy flexible. Un mundo donde reina el "dejar hacer, dejar pasar” de manera muy extrema, lo que explica también su enorme expansión porque no hay control, lo que también provoca que las entidades financieras operen en un continuo conflicto de intereses, buscando y logrando la ganancia fácil, en el corto plazo, y sin tomar en cuenta las consecuencias de lo que hacen, en el largo plazo.
Y esto es así porque juegan sabiendo que si el desastre ocurre habrá alguien que sufrirá la pérdida, en consonancia al "riesgo moral” ya comentado. Aquí, la entidad financiera aplica el principio que dice: "cara gano yo, sello pierdes tú”.
Dejo para la reflexión por qué se considera buena noticia cuando aumentan los precios de los activos financieros y no así el aumento de precios de los bienes de consumo.
* Armando Mendez es profesor emérito de la UMSA y expresidente del Banco Central de Bolivia.
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