El tema que en esta oportunidad quiero compartir con ustedes tiene que ver con la realidad de que la vida cotidiana se tiñe de una cultura “light”. Revisemos entonces a qué nos referimos con este término y reflexionaremos sobre los daños que le hace a nuestra sociedad y vida la cultura del mínimo esfuerzo.
Esto no tiene nada que ver con eficiencia (obtener el objetivo en el menor tiempo posible y con el menor uso de recursos), sino con actitud pasiva y poco luchadora.
Hoy nuestra sociedad y los seres humanos bajo el concepto de modernidad hemos ido reduciendo nuestros esfuerzos por obtener algo, la vida se nos ha hecho más fácil y con posiciones muy cómodas.
En lugar de aprovechar la modernidad de una forma positiva nos estamos dejando llevar por la vida de consumo irracional y sin medida en el que nuestra imagen es superflua, sin intensidad, que no produce asombro ni intriga. En definitiva no permite conocer nada en profundidad y muestra la rapidez con la que como hombres vivimos.
La imagen que mostramos es que no es importante detenernos en nada. Se acciona constantemente el control remoto y actuamos. La idea de progreso, emancipación y bienestar dieron paso a otras como el relax, el reciclaje, el momento, el hoy.
El futuro no se vislumbra.
Es importante darse cuenta del error y superarlo.
"En lugar de aprovechar la modernidad de una forma positiva nos estamos dejando llevar por la vida de consumo irracional y sin medida en el que nuestra imagen es superflua"
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