Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), el PIB chino se expandió de julio a septiembre un 7,3%, el nivel más bajo desde el primer trimestre de 2009. En el segundo trimestre, el crecimiento había sido del 7,5%.
El dato del tercer trimestre es superior a la media del 7,2% que vaticinó un panel de 17 analistas internacionales.
En los primeros nueve meses, la economía china creció un 7,4%, según la ONS, por debajo del objetivo gubernamental del 7,5% para el conjunto del año.
La economía china está acusando el desinfle de una burbuja inmobiliaria, los efectos de una vasta campaña anticorrupción y la debilidad de la demanda de Europa.
Previsiblemente, el dato genera dudas sobre la fortaleza de la economía mundial, pero los funcionarios chinos y varios analistas dieron rápidamente una imagen positiva de las perspectivas del país.
"La economía registró una dinámica de crecimiento estable en los tres primeros trimestres de 2014", dijo la ONS en un comentario, admitiendo que "el entorno tanto interno como externo sigue muy difícil y nuestro desarrollo económico se enfrenta a numerosos desafíos".
La ralentización "se explica en parte por los contratiempos inesperados y dolorosos provocados por las reformas estructurales" en curso, explicó Sheng Laiyun, portavoz de la ONS.
Pekín tiene el objetivo de "reequilibrar" el modelo económico, reduciendo los monopolios de los grandes grupos públicos y las sobrecapacidades industriales, dándole un papel mayor al sector privado y reduciendo la deuda privada. Y esto aunque el crecimiento tenga que resentirse un poco.
Tras un crecimiento del 7,7% en 2012 y en 2013 -un nivel que no se veía desde 1999- los analistas interrogados por la AFP prevén un crecimiento este año del 7,3%, lo que sería el peor resultado del país en un cuarto de siglo
No hay comentarios:
Publicar un comentario