En abril la organización auguraba un crecimiento del 2,8% este año pero en sus nuevas previsiones de este martes sólo prevé una subida del 1,7%. "La drástica desaceleración del crecimiento del comercio es un asunto grave y debemos tomarlo como una llamada de atención", dijo el director general de la OMC, Roberto Azevedo, en un comunicado.
Los economistas de la organización atribuyen el freno a una caída más importante que la prevista del comercio de mercancías en el primer trimestre del año (-1,1%) así como una recuperación más débil de la esperada en el segundo trimestre (+0,3%).
En particular la organización cita la ralentización del crecimiento del Producto Interior Bruto y del comercio en economías en desarrollo como China y el Brasil, pero también en Norteamérica.
La OMC, que para 2016 prevé un aumento del PIB real del 2,2%, también está preocupada por el debilitamiento de la proporción entre comercio y crecimiento.
En los años 1990 y 2000, el comercio mundial aumentaba dos veces más rápido que el PIB. Pero este año el volumen de intercambios comerciales aumentará más lentamente que el PIB mundial.
"Es especialmente preocupante la creciente oposición a la globalización. Tenemos que asegurarnos de que todo esto no se traduzca en políticas equivocadas que puedan agravar aún más la situación", dijo Azevedo.
Entre los factores que explican el freno están, según la OMC, el aumento del porcentaje de importaciones en la demanda de bienes, la ausencia de liberalización del comercio, el aumento del proteccionismo "y posiblemente el papel cada vez más importante de la economía digital y el comercio electrónico".
Según Denis Ferrand, del instituto COE-Rexecode, la contracción del comercio mundial no es necesariamente una consecuencia del proteccionismo sino el resultado de la dinámica económica de cada país.
El freno del comercio mundial "está muy concentrado geográficamente, sobre todo en las economías asiáticas", indica, y en países como China el crecimiento se basa ahora más en la producción de bienes industriales que en otras actividades, como los servicios.
Según Ferrand, en países como Rusia o Brasil la caída de importaciones y exportaciones es consecuencia de la contracción del PIB.
Incertidumbre sobre el Brexit
La debilidad de los intercambios mundiales podría seguir en 2017 y la OMC auguró este martes un crecimiento entre el 1,8% y el 3,1% para el año que viene, frente a su previsión anterior del 3,6%.
"Desde que se publicó la previsión de la OMC de abril de 2016 se han materializado varios de los riesgos importantes que se habían señalado, en particular un período de turbulencias financieras que afectó a principios de año a China y otras economías", indica la organización.
Al mismo tiempo la OMC apunta a algunas señales positivas para el segundo semestre, entre ellas el aumento del tráfico en los puertos o el aumento de exportaciones en Estados Unidos.
Pero antes de que acabe el año sigue habiendo elementos de incertidumbre como la volatilidad financiera, el auge de la "retórica contraria al comercio" y los efectos potenciales de la consulta del Brexit en el Reino Unido, indica la organización
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