Los medios de prensa locales se hicieron eco este fin de semana de la noticia de que el racionamiento fue impuesto por la empresa que gestiona (a modo de franquicia) las marcas de la española Inditex en el país.
El objetivo de la medida ante la avalancha de clientes es minimizar los estantes vacíos, como consecuencia de las dificultades para reponer las prendas.
La empresa definió, incluso, qué tipo de compras puede hacer cada cliente, según informa la prensa local: un máximo de cinco piezas por persona, y sólo tres pueden ser prendas superiores.
Por ejemplo, actualmente se pueden comprar tres camisas, chaquetas o chompas y dos pantalones o faldas.
La orden del Gobierno de vender productos "a precio justo” tuvo un efecto colateral inesperado. Como consecuencia del control de márgenes comerciales, los precios finales de Zara son tan bajos que los clientes se lanzaron a aprovechar la coyuntura. El funcionamiento interno de la empresa Zara casa poco con el control de precios, especialmente si la reposición de estantes y la velocidad de venta no van al mismo ritmo, acota el diario español El Periódico.
El resultado fue la limitación de venta de productos, algo que favorece en algunos casos al prestigio de marca de la firma española, que escala en la percepción de valor de sus clientes.
Lo que sucede con las tiendas de Zara es una derivada de la política económica del Gobierno.
La denominada Superintendencia de Precios Justos de Venezuela (SUNDDE) decidió en el marco del Plan Feliz Navidad mantener "precios justos” en todos los productos para resguardar el poder adquisitivo de los venezolanos en días tan señalados y paga extra, que amenazaban definitivamente con disparar la inflación (sin datos oficiales del Gobierno al respecto).
Tensión de mercado
Y es que en Venezuela para llenar el carrito del supermercado o ir de compras hay que llenarse de paciencia incluso en productos básicos. Mientras los empresarios consideran que el desabastecimiento es el resultado de la política gubernamental, la inestabilidad y la tasa de cambio, el Gobierno culpa de las ineficiencias a una campaña orquestada por la oposición para desestabilizar la acción del Ejecutivo.
Limitar el volumen de compras en un establecimiento de moda parece llevar el fenómeno iPhone a otros ámbitos, pero tener dificultades para encontrar papel higiénico en los comercios supone un símbolo de alarma en la órbita de lo imprescindible.
La pugna entre las leyes de mercado y la acción gubernamental tiene el trasfondo de otra guerra de precios todavía más incontrolable para el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Los ingresos totales de Venezuela cayeron un 30% en el último mes por la caída sostenida de los precios internacionales del petróleo, su principal producto de exportación.
Crisis venezolana
Rusia El canciller de Venezuela, Rafael Ramírez, cerró su gira exterior destinada a frenar la caída libre de los precios del petróleo firmando un acuerdo de venta de crudo y derivados al gigante ruso Rosneft. Rosneft, la mayor petrolera rusa, suscribió un contrato con la venezolana PDVSA para la compra de 1,6 millones de toneladas de petróleo y 9 millones de toneladas de derivados de crudo venezolano en un plazo de cinco años.
Alimentos Venezuela producirá en 2015 un total de 25 millones de toneladas de alimentos agrícolas, lo que representará un aumento de alrededor del 18% con respecto a 2014, anunció ayer oficialmente en una conferencia el ministro para la Agricultura y Tierra, José Luis Berroterán.
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