El comercio global de mercancías se está expandiendo al ritmo más rápido en casi siete años en términos de volumen, ayudando así a reducir los temores de que una incipiente recuperación de la actividad comercial esté siendo impulsada únicamente por el aumento en los precios de las materias primas.
En términos de volumen, eliminando el efecto de los cambios de precio, el comercio mundial de bienes durante los tres meses hasta enero fue 2,4 por ciento mayor que durante los tres meses anteriores, según cifras de la Agencia Holandesa para el Análisis de la Política Económica del CPB, el resultado más elevado desde agosto de 2010.
"El crecimiento del comercio el año pasado fue muy, muy débil, pero tal vez estemos observando alguna aceleración", comentó Jos Ebregt, un investigador del instituto holandés, parte del Ministerio de Asuntos Económicos del país. "Hace dos meses hubo un salto bastante grande en el crecimiento del volumen del comercio".
Simon MacAdam, economista adjunto de Capital Economics, dijo que los datos "indican que la recuperación en el comercio mundial que pareció haberse establecido a finales del año pasado ha continuado durante 2017".
"Y lo que es más, la perspectiva inmediata parece razonablemente promisoria, con numerosos indicadores apuntando hacia un crecimiento comercial aún más sólido", agregó MacAdam.
El incremento ha sido liderado por los mercados emergentes, los cuales aumentaron sus exportaciones en un 4,2 por ciento durante el período de tres meses, y sus importaciones en un 4 por ciento, según datos del CPB.
Las exportaciones de Latinoamérica aumentaron un 8,1 por ciento en términos de volumen; las de Europa central y oriental un 5,9 por ciento, y las de Asia (también con un aumento en importaciones de un 5 por ciento) un 4 por ciento. En cambio, las economías avanzadas experimentaron un crecimiento más modesto del 1,7 por ciento en las exportaciones y del 0,5 por ciento en las importaciones.
Esto sigue el patrón de los últimos años, con los países de mercados emergentes habiendo aumentado sus exportaciones, en términos de volumen, en un 29,1 por ciento desde enero de 2008, muy por delante del débil crecimiento del 8,3 por ciento alcanzado por los mercados desarrollados, según Capital Economics.
Gran parte del debate sobre la salud del comercio mundial ha sido impulsado por los cambios en el valor en dólares de las transacciones. Durante 2015, el comercio de acuerdo con esta medida estaba disminuyendo a una tasa anualizada superior al 10 por ciento, debido casi totalmente a la caída de los precios de las materias primas.
Según el CPB, entre marzo de 2014 y enero de 2016, los precios unitarios de las exportaciones mundiales cayeron un 22 por ciento. En el período de 12 meses transcurrido desde entonces, los precios unitarios de los bienes comercializados han subido un 4,1 por ciento, debido, en su mayor parte, a una recuperación parcial de los precios de los metales y de la energía.
Combinado con el aumento en los volúmenes del comercio, el valor del comercio mundial, medido en dólares, aumentó un 7,5 por ciento durante el año hasta enero, según los cálculos de Capital Economics, la proporción más significativa desde diciembre de 2011.
Sin embargo, los datos sobre el volumen del comercio (los cuales examinan estas fluctuaciones en los precios) sin duda proporcionan una mejor indicación de la salud de la economía mundial.
Por ello, MacAdam señaló que algunas otras medidas de actividad pintaban una imagen aún más alcista que los datos de volumen del CPB.
El volumen de carga aérea subió un 6,9 por ciento durante el año hasta enero, según cifras recopiladas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), mientras que el tráfico de contenedores aumentó un 5,1 por ciento durante el año hasta febrero, según un índice compilado por el Instituto Leibniz RWI de Investigaciones Económicas y el Instituto de Navegación y Logística.
MacAdam se mostró optimista ante la perspectiva de datos más positivos en el futuro, argumentando que las cifras de los países que presentaron información temprana, como Japón y Corea del Sur, "proporcionan una señal adicional de que al comercio mundial le fue bien en febrero".
Gordian Kemen, director global de estrategia de rentabilidad fija de mercados emergentes en Morgan Stanley, también se siente optimista, argumentando que la creencia de que la mayor parte de la recuperación del comercio está impulsada por la demanda especulativa de materias primas, como el renovado apetito por el mineral de hierro por parte de China, es errónea.
Kemen comentó que "la composición de las exportaciones de algunas economías de mercados emergentes claves muestra que tanto las exportaciones de materias primas como las de productos manufacturados han aumentado durante los últimos trimestres".
"En particular, las economías latinoamericanas como la de Brasil y la de Colombia muestran una sólida mejora en el ámbito de la fabricación, pero el panorama es similar en Asia, con Corea, China e Indonesia también experimentando un repunte en la manufacturación", agregó Kemen. "Esto apoya aún más la noción de que la actual recuperación del comercio mundial pudiera ser sostenible y proviene de grandes economías de mercados emergentes que están recuperándose de recesiones y otros choques idiosincrásicos en 2015".
Gracias al fuerte crecimiento económico de los mercados emergentes, el CPB prevé que el comercio mundial se expandirá un 3 por ciento este año, en términos de volumen, y un 4 por ciento en 2018.