El país petrolero de Gobierno socialista no ha conseguido salir de la recesión en la que entró a principios de 2014 y, por el contrario, la caída de la producción parece haberse profundizado, acelerando todavía más una inflación que organismos internacionales consideran la más alta del mundo.
La peor parte del retroceso se habría originado en el sector no petrolero, que se contrajo un 19,5 por ciento respecto del año anterior, según un extracto de un documento del Banco Central con datos preliminares, al que Reuters tuvo acceso.
El presidente Nicolás Maduro dijo, este mes, que las importaciones en 2016 cayeron un 52 por ciento, debido a la severa merma de ingresos en divisas de Venezuela, que depende en su mayoría de las ventas de crudo de la petrolera estatal.
El Producto Interno Bruto (PIB) del sector petrolero habría caído 12,7 por ciento en 2016, de acuerdo a los datos, que deben ser revisados por la junta directiva del instituto emisor.
Según el Banco Central de Venezuela (BCV), la economía ya se había contraído un 5,7 por ciento en 2015 y la inflación fue de un 180,9 por ciento.
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