Es interesante
que en el indicador que analiza el crecimiento de la capacidad
de producción de biocombustibles, Perú se situó en la
cima de la tabla con una tasa de crecimiento de 86% de
2010 a 2011. Brasil obtuvo la puntuación más baja debido
a una disminución del 18% en la producción de biocombustibles, ya que los altos precios del azúcar obligaron a los
operadores a producir menos etanol y más azúcar.
Los países
que no producen biocombustibles no clasificaron en ninguno
de estos indicadores y por lo tanto su puntuación no fue
penalizada por carecer de capacidad para biocombustibles.
Los altos precios de la electricidad convirtieron a un gran
número de los países de la región en mercados atractivos
para desarrolladores de proyectos de energías limpias, y
existen bastantes países en la región en donde los usuarios
pagan precios impactantemente altos por el servicio eléctrico,
tanto en el mercado minorista como al por mayor. Los
consumidores en Jamaica, Barbados y Belice pagan los
precios al por menor más altos de toda la región, en gran
parte porque estos mercados dependen predominantemente
de combustibles fósiles importados para la generación de
energía. Entre los mercados con bajas tarifas al por menor
se incluye Paraguay, debido a la predominancia de grandes
proyectos hidroeléctricos, y Venezuela, donde los precios
están distorsionados por las altas subvenciones del Gobierno.
Solo 11 de los 26 países de la región tienen mercados
de energía al por mayor o de transacciones inmediatas (spot).
Panamá, El Salvador y Nicaragua tienen los precios de
transacciones inmediatas de energía más altos en la región,
mientras que Brasil ofrece el precio más bajo debido al
impacto de la gran planta hidroeléctrica de Itaipu en la
estructura del precio de la electricidad.
Los países sin
mercados mayoristas de energía solo fueron valorados
en función de sus precios minoristas.
Las expectativas relativas al tamaño del mercado para el
futuro desarrollo de energía limpia en el Climascopio se
miden examinando la actual electrificación de un país y la
tasa de crecimiento de la demanda de energía. Los países
con tasas relativamente bajas de electrificación ofrecen más
oportunidades para los inversores y desarrolladores, especialmente
para instalaciones de distribución de pequeña
escala. Paraguay (11,6%), Surinam (8,5%) y Argentina (6%)
experimentaron los incrementos más rápidos en el crecimiento
de la demanda de energía de 2010 a 2011. Guatemala
(–0,31%), Jamaica (–3%) y Venezuela (–3%) terminaron en
los puestos más bajos de la clasificación. No es de extrañar
que algunos de los países más pobres de la región tengan el
mejor potencial de mercado para la generación distribuida
debido a sus bajas tasas de electrificación. Esto incluye
a Haití, donde sólo el 39% de la población tiene acceso a
la red energética, Honduras (70%) y Nicaragua (72%).
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