miércoles, 15 de noviembre de 2017

Venezuela entra en default parcial por no pago de más de 2.200 millones de dólares


Venezuela y su petrolera PDVSA entraron en default parcial por retrasos en el pago de bonos por 2.211 millones de dólares, según las agencias Standard & Poors y Fitch, lo que amenaza con desencadenar el incumplimiento de su abultada deuda externa.

S&P declaró el default "selectivo" de Venezuela por el impago de 200 millones de dólares de los bonos soberanos 2019 y 2024. Mientras, Fitch colocó a PDVSA en "default restringido" por el retraso en sus títulos con vencimientos el 2 de noviembre y el 27 de octubre, por 1.169 millones de dólares (capital e intereses) y 842 millones de dólares (capital), recibidos hasta con una semana de retraso.

Con reservas internacionales de 9.681 millones de dólares, Venezuela debe pagar en lo que resta del año unos 1.470 millones de dólares y en 2018 más de 8.000 millones.

La rebaja de las calificaciones ocurrió horas después de una reunión el lunes entre el gobierno y acreedores, a quienes no ofreció un plan concreto para renegociar la deuda soberana y de PDVSA, de unos 150.000 millones de dólares en total.

Aunque los acreedores salieron decepcionados de la cita, que duró 25 minutos, el Gobierno la consideró un "rotundo éxito" para el refinanciamiento de la deuda.

El vicepresidente Tareck El Aissami, principal negociador, anunció la creación de mesas técnicas para "evaluar propuestas" en próximos encuentros -sin fecha-, y responsabilizó al Gobierno de Donald Trump de provocar los problema de atraso por las sanciones financieras que impuso a Venezuela.

El presidente Nicolás Maduro anunció el 2 de noviembre que buscaría "refinanciar y reestructurar" la deuda, aduciendo una "persecución financiera" liderada por Washington. El domingo dijo que "el default nunca llegará a Venezuela".

"El anuncio de reestructuración generó más incertidumbre que certeza en los mercados y la reunión más preguntas que respuestas, así que Venezuela se acerca a un default formal a medida que se deciden técnicamente los retrasos de pagos", dijo a AFP el analista Diego-Moya Ocampos, del IHS Markit. Según el Gobierno, acudieron a la cita inversionistas locales y de América y Europa; pero otras fuentes dijeron que varios extranjeros no fueron, pues Estados Unidos sancionó a El Aissami, prohibiendo a sus ciudadanos tratar con él. Tanto Fitch como S&P advirtieron que las sanciones dificultarán una negociación.

Evaluación en Nueva York

Un incumplimiento puede declararse por el Gobierno, los grandes acreedores o las agencias calificadoras.
En Nueva York, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), que agrupa a tenedores de deuda, evitó un voto inmediato sobre si hubo un cese de pagos por el atraso de los 1.169 millones del bono PDVSA 2017, y continuará el análisis el jueves.
Una evaluación negativa de ISDA accionaría el pago de los seguros CDS (Credit Default Swaps).

Caracas no ha aclarado si pagó otra cuota vencida el viernes, de 81 millones de intereses del bono PDVSA 2027.
"Muy probablemente podríamos considerar cualquier reestructuración venezolana como un intercambio de deuda en apuros y equivalente al default dada la liquidez externa altamente restringida", indicó S&P.

Evo sale en defensa de maduro
El presidente Evo Morales expresó su deseo de que los países de Europa no apliquen castigos contra Venezuela porque, según dijo, hacerlo sería un error ya que en la nación caribeña no hay una dictadura.
"Esperamos que algunos países de Europa no se equivoquen en tratar de castigar a Venezuela", dijo el mandatario, al expresar su solidaridad con su homólogo y aliado venezolano, Nicolás Maduro.
El lunes, los ministros de Exteriores de la Unión Europea reunidos en Bruselas acordaron imponer sanciones a Venezuela, como un embargo de armas y un veto a material que pueda utilizarse para la "represión interna".
"Afirmar y decir que eso es dictadura, no entiendo. (Dicen) que Venezuela es una amenaza para la paz y la seguridad mundial. ¿Cómo un pequeño país puede ser amenaza para la paz y la seguridad mundial?", insistió en cuestionar el gobernante.

Rusia da un respiro a Venezuela, estrangulada por la deuda

Este miércoles se firmó un acuerdo que reestructura un crédito ruso de casi 3.000 millones de dólares otorgado en 2011. Más allá de este acuerdo Rusia no ha recibido otro pedido de Venezuela


Venezuela firmó este miércoles un acuerdo para reestructurar su deuda con Rusia, uno de sus principales acreedores, un alivio que no lo sacará del atolladero a este país estrangulado por la deuda y bajo default parcial.

Asfixiada por la caída del precio del petróleo y las sanciones estadounidenses, Venezuela asegura ser un "buen pagador", pero las malas noticias se suceden en un país cuya población está sometida ya a la escasez de alimentos y medicinas a falta de dinero para importarlos.

Una delegación venezolana dirigida por el ministro de Economía y Finanzas Simón Zerpa firmó este miércoles un acuerdo que reestructura un crédito ruso de casi 3.000 millones de dólares otorgado en 2011 para comprar armamento ruso, indicó una fuente diplomática a la AFP.

Los detalles de este acuerdo se darán a conocer en una rueda de prensa del ministro venezolano en Moscú. Rusia adelantó en octubre que consistiría en postergar parte de los vencimientos.

Más allá de esta operación, el gobierno ruso "no ha recibido ninguna petición" de ayuda adicional de parte de Venezuela, según el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov. El acuerdo firmado en Moscú solo permite ganar tiempo porque de todos modos "la cuestión de la deuda venezolana no puede resolverse de ninguna manera", dijo Anton Tabakh, economista de la agencia de calificación RAEX.

La reestructuración de esa deuda es una gota de agua en el endeudamiento de Venezuela, que alcanza los 150.000 millones de dólares. La deuda venezolana con Rusia incluye 6.000 millones de dólares pagados por adelantado por la petrolera semipública Rosneft a la venezolana PDVSA.

En el caso de China, su principal acreedor, los expertos estiman que las sumas ascienden a varias decenas de millones de dólares. Según el ministerio chino de Relaciones Exteriores, "el gobierno y el pueblo venezolano tienen la capacidad de gestionar de forma apropiada sus propios asuntos, incluido su problema de deuda".

'Nos tiene sin cuidado'

El lunes y el martes, las agencias de calificación S&P Global Ratings y Fitch declararon consecutivamente a Venezuela en default parcial, tras constatar que el gobierno había incumplido varios vencimientos al término del período de gracia de 30 días.

Las dos agencias adoptaron una decisión similar en relación al grupo petrolero estatal PDVSA, por haber demorado una semana en pagar dos vencimientos por un monto de 2.000 millones de dólares.

"Somos buenos pagadores a pesar de lo que digan las calificadores de riesgo, el Departamento del Tesoro, la Unión Europea y Donald Trump", afirmó el martes el ministro de Comunicación de Venezuela Jorge Rodríguez.

"Nos tiene sin cuidado, vamos a pagar en común acuerdo con los tenedores de los bonos", agregó. Aparte del gesto de Rusia con su aliado sudamericano, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), que agrupa a tenedores de deuda, decidió aplazar hasta el jueves el análisis de si hubo cesación de pagos, con el fin de "obtener informaciones claras sobre el calendario de pagos efectuados".

El anuncio de default parcial podría preceder a un default general, es decir una situación en la que Venezuela se encontraría en una incapacidad total de pagar sus deudas. En un intento por impedirlo, el presidente Maduro había convocado el lunes en Caracas a los acreedores internacionales para renegociar la deuda. La reunión, de apenas 25 minutos, concluyó sin acuerdo.

Con reservas internacionales de 9.681 millones de dólares, Venezuela debe pagar en lo que resta del año unos 1.470 millones de dólares y en 2018 más de 8.000 millones.

Según S&P y Fitch, las sanciones del gobierno estadounidense, que prohíbe a sus ciudadanos y bancos aceptar cualquier acuerdo con las autoridades venezolanas, complicará y alargará las discusiones con los acreedores.

Según Venezuela, 70% de sus acreedores son estadounidenses o canadienses. Venezuela corre el riesgo de quedarse fuera de los mercados al igual que PDVSA y de enfrentarse a demandas judiciales, con la posible incautación de activos venezolanos en el extranjero.




lunes, 13 de noviembre de 2017

Venezuela, al borde del default, negocia su deuda



Venezuela celebrará este lunes una reunión crucial con acreedores en Caracas para discutir su plan de renegociación de la deuda externa, al tiempo que tenedores de bonos analizarán en Nueva York el retraso de sus pagos, entre fuertes temores de un default.

El presidente Nicolás Maduro aseguró que Venezuela "nunca" se declarará en default, al renovar a los tenedores su invitación al encuentro a las 18H00 GMT para renegociar la deuda del país y su petrolera PDVSA, de unos 150.000 millones de dólares.

"Han jugado a que Venezuela se declare en default ¡Nunca! El default nunca llegará a Venezuela. Nuestra estrategia es renegociar y refinanciar toda la deuda", afirmó el domingo.

Analistas auguran poco éxito a la cita, pues las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela prohíben a sus inversionistas negociar deuda venezolana. Un 70% de los tenedores de bonos son estadounidenses y canadienses.

Además, Maduro nombró como principales negociadores al vicepresidente Tareck El Aissami y al ministro de Finanzas Simón Zerpa, a quienes Estados Unidos sancionó y prohibió a sus ciudadanos tratar con ellos.

En Nueva York, el comité de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), que reúne a tenedores de deuda, evaluará a las 17H00 GMT el retraso del pago de 1.161 millones de dólares del bono 2017 de PVDSA, que el gobierno dice ya transfirió aunque los acreedores no lo habían recibido el viernes.

Un incumplimiento puede ser declarado por las agencias de calificación, por el gobierno o por los grandes acreedores, por ello una evaluación negativa de la ISDA desencadenaría un default y el pago de los seguros CDS (Credit Default Swaps).

Apuesta por China y Rusia

Las agencias Fitch, Standard and Poor's y Moody's rebajaron la calificación de la deuda ante la posibilidad de que el país con las mayores reservas petroleras del mundo caiga en cesación de pago en el corto plazo.

El presidente las acusó de ser agencias "politizadas" que forman parte de una "guerra financiera" comandada por Estados Unidos.

Los expertos coinciden en que Venezuela, con una economía devastada y reservas internacionales de solo 9.700 millones de dólares, terminará en default, aunque divergen sobre cuándo lo hará.

El viernes vencieron 81 millones de intereses del bono PDVSA 2027, aún sin anuncio oficial de pago, y este lunes Venezuela debe pagar otros 200 millones en rendimientos.

En lo que resta del año debe cancelar al menos 1.470 millones de dólares y para 2018 tiene obligaciones por más de 8.000 millones de dólares.

En estas dificultades, Maduro anunció avances en renegociaciones con sus aliados: las gestiones con China -al que se adeuda unos 28.000 millones- "marchan perfecto", y esta semana se firmará un acuerdo que reestructura 3.000 millones de los 8.000 millones de deuda con Rusia.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Macri: “EEUU no debería dejarse ganar con China”


El presidente de Argentina, Mauricio Macri, advirtió ayer en Nueva York que Estados Unidos no debería permitir que China ocupe su lugar en América Latina como principal socio en la región.

"Creo que este es nuestro momento, y no sería muy inteligente que EEUU, que ha sido el socio principal de América Latina por tantos años, dejara ese lugar a China, a Japón o a otras regiones", lanzó Macri durante un acto en el segundo día de su visita a Nueva York.

El presidente recordó que en los últimos años China ha sido "muy agresivo" con sus inversiones en Argentina, para a renglón seguido ironizar que el gigante asiático requirió de "mucha valentía" para "prestarle plata" al anterior Gobierno de Cristina Fernández.

Aseguró que la relación con Estados Unidos es "muy buena", pero admitió que ahora el principal "desafío" sigue siendo el comercio y las exportaciones de carne y de biodiésel.